¿Quién es Gustavo Ibarreta?

Mi nombre es Gustavo Martín Ibarreta Fañanas. Tengo 37 años y durante los últimos seis años vivì en la Patagonia, más precisamente en la San Carlos de Bariloche, una de las cunas del turismo de Aventura y circuitos de montañas más importante de Sudamérica.

Soy Argentino, Amante y apasionado de la música, el deporte y el mate. El motivo por el cual habrán llegado a mi blog es para que juntos compartamos esta experiencia única en la que me estoy embarcando.

Meses atrás empecé a cranear la idea de viajar y recorrer América con mi bicicleta, que ya a esta altura no solo es una extensión de mi cuerpo sino una forma de vida.

Mi primer contacto con una bicicleta fue a los 8 años, era una cross amarilla, de un compañero de la escuela. Los recuerdos vienen a mi como si hubiera sido ayer: nos encontrábamos en el polideportivo del instituto donde estudiaba e intercalamos los turnos para subir a a la bici y aventurarnos en pequeñas aventuras en dos ruedas.  Aún hoy recuerdo el momento en que pude dar mis primeras pedaladas sin poner pies en el suelo y sentir esa libertad, esa sensación que me acompañó durante años, aún hoy.

A los 16 años comencé a trabajar con el único objetivo de comprar mi primer bicicleta. Fue una playera con los colores de Jamaica, desde ese momento comenzó un lazo muy fuerte que fue creciendo con los años y me lleva a escribirles hoy.

Recuerdo un amanecer frente al Río de la Plata, tendría 21 años aproximadamente, estaba recostado al sol fantaseando con viajar en bicicleta y conocer el mundo, transitar nuevas geografías, vivir diferentes culturas y compartir hermosos momentos con todos aquellos con los que me cruce en ese (este) viaje.

La Bicicleta se transformó para mí no solo en un medio de transporte sino en un momento de conexión conmigo y el mundo. Lo mismo me pasó cuando comencé a tocar la guitarra y sentí esa misma coneccion que había sentido de chico con la al subir a aquella cross amarilla.

Viviendo en Bariloche comencé a conocer la bicicleta de montaña, deje de transitar en las ciudades asfaltadas y lineales, por caminos de ripios y senderos de montaña, comencé a agarrar rutas provinciales y realizar grandes distancias, subir cerros e incursionar por lugares que cada vez fue encendiendo más esa llama de poder realizar este sueño de viajar y regalar música.

Este año deje mi trabajo y comencé mi entrenamiento para llevar toda esta travesía a algo más concreto. Comencé a contactarme con otros cicloviajeros a través del mundo y planear lo que es para mi hoy día “La Travesía de mí Vida”.

No viajo solo, viajo con mi guitarra, viajo en bicicleta, viajo con toda expectativa, con mucho ánimo, con el incondicional apoyo de mis amigos y familia, viajo con ustedes que están leyendo y siguiendo esta travesía conmigo!